Los emprendedores de hoy son la semilla del sistema productivo del mañana. Por tanto una buena salud del tejido emprendedor garantizará el futuro de la economía de cualquier región. Podemos compararlo con club de fútbol que cuenta con una gran cantera de futbolistas garantizará con gran probabilidad su viabilidad tanto deportiva como económica en el medio y largo plazo.
Los emprendedores traerán innovación, riqueza y generación de empleo para los próximos años. Por tanto es de vital importancia para todos apoyarlos en su camino para que puedan consolidar sus proyectos, esto será beneficioso para todos.
Pues bien, cuántos más emprendedores tengamos implica que más posibilidades de progreso tendrá nuestra sociedad tal y cómo comentábamos anteriormente. Y este volumen es precisamente lo que la tasa TEA nos indica.
De todas formas no es sólo una cuestión de cantidad. Y desde el observatorio GEM nos ofrecen multitud de informes muy interesantes que iremos desmenuzando próximamente. En estos comprenderemos cómo se estructura el ecosistema emprendedor, cuáles son las motivaciones y frenos de los emprendedores, cuál es su orientación internacional, cuáles son sus perspectivas de creación de empleo, en qué áreas se están enfocando y un largo etcétera.
Empecemos por una serie de grandes magnitudes que es interesante conocer:
Es importante conocer la tasa TEA dentro del contexto del proceso de emprendimiento. Para que una empresa se consolide y cree riqueza se tiene que producir secuencialmente el siguiente proceso:
1.- Emprendedor potencial: % de personas de población adulta en edad de trabajar (18 – 64 años que han declarado su intención de poner en marcha una nueva empresa en los próximos 3 años. La motivación de esta parte de la población es el punto de partida para que nazcan los emprendedores del futuro.
Los siguientes dos pasos son los que en los cuáles se desglosa la categoría emprendedor y por ende la tasa TEA;
2.- Emprendedor naciente: Personas adultas que están poniendo en marcha una empresa en la que se ha invertido tiempo y esfuerzo para su creación pero que no ha pagado salarios durante más de tres meses.
3.- Emprendedor nuevo: Personas adultas que poseen y gestionan un negocio que ha pagado salarios entre 3 meses y 42 meses.
4.a – Empresario consolidado: Personas adultas que poseen y gestionan un negocio y pagan salarios por más de 42 meses.
4.b – Abandono empresarial: Personas que han cerrado abandonado un negocio en los últimos 12 meses.
Por tanto, la idea fundamental es conseguir hacer crecer todos los indicadores de cada paso para que el trasvase al siguiente sea mayor y así como fin último se incremente el número de empresas consolidadas.
En cuanto a la evolución de la tasa TEA podemos comprobar que no existe una tendencia clara en los últimos 15 años moviéndose comúnmente entre el 5 y 6 %.
Es España la brecha de género en los últimos años ha ido estrechándose, situándose en 2019 en un estrecho margen. En 2020 está creció, probablemente a que la crisis de coronavirus ha impactado en mayor medida al sexo femenino. Habrá que esta atentos a próximos informes para ver si cómo si esta circunstancia ha sido coyuntural y nos dirigimos hacia una mayor convergencia.
Este datos es muy relevante ya que nos puede ofrece una previsión en el que el número de mujeres empresaria y/o directivas en empresas importantes sea mayor en el futuro.
Sabemos que la tasa española tradicionalmente se mueve entre un 5 – 6 % y nos podemos preguntar, ¿Esto es mucho o poco? Como siempre en estos casos tendríamos que comprarlo y contextualizar con la tasa en el resto de países.
NOTA: Es importante indicar que este informe se ha hecho sólo sobre las 54 economías que aportaron datos para este nuevo indicador.
A la vista de estos resultados podemos sacar las siguientes conclusiones:
- Nos encontramos por debajo de la media europea, significativamente por debajo de la media de países con rentas más altas y bastante por debajo de países con alta cultura emprendedora cómo pueden ser Estados Unidos, Corea del Sur, Israel o Países Bajos.
- La Tasa es superior a países vecinos y de tamaño similar como Italia y Alemania. Hay que destacar la posición de Italia con un escaso 1,9 %, país culturalmente parecido y en el que la amplia burocracia complica cualquier proceso emprendedor.
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